Lo que dicen las familias

El duelo se desarrolla de manera única para cada uno de nosotros; sin embargo, todos navegamos por este viaje. Encontrar unión y comprensión es esencial para atravesarlo con mayor humanidad.


Compartir experiencias es una forma de sanar.

Estas son las voces de aquellos que confiaron en que las cenizas de sus seres queridos se transformaran en imágenes de profunda belleza, y que ahora viajan con nosotros en Innerstela.


Fotografía conmemorativa de cenizas
Un hombre sonriendo y sosteniendo un perrito en un espacio interior.

retrato de Anselmo Reyes

"Hace once años, un vacío profundo y silencioso se abrió dentro de mí con el fallecimiento de mi padre.

Mientras navegaba por las sombras del dolor, una luz inesperada surgió en mi camino.

Esta obra no solo transformó mi perspectiva de despedida, sino que también me ofreció un profundo consuelo, recordándome que, aunque físicamente ausente, la esencia de mi padre permanece tan vasta, brillante e ilimitada como el universo mismo, guiándome y acompañándome en cada paso.

Gabriela, en su propio camino de sanación, encontró una manera de entrelazar el dolor con la majestuosidad del cosmos.

La obra de arte nacida de las cenizas de mi padre no era simplemente una representación; era el reflejo de su alma, una chispa luminosa que brillaba intensamente entre estrellas y galaxias”.

Mónica Reyes Fuchs (Hija Mayor de Anselmo Reyes)
México.

""En cada historia, en cada recuerdo, su esencia sigue viva, continuando inspirando a todos los que tuvimos el privilegio de ser parte de su vida.”.

“La muerte es como una gota de tinta que cae en una botella de agua clara.
Se dibujan hermosas sombras serpentinas, que se fusionan lentamente hasta que el agua se transforma por completo.
Nunca volverá a ser lo mismo.
Pero nunca fue diferente, todo es ilusión.
La muerte y la vida están hechas de la misma esencia.

Purifícate profundamente
Sumérgete
La belleza se convierte en forma
El alfarero se convierte en el recipiente
Abraza diez mil visiones radiantes
Conviértete en uno con el universo
Toda la energía fluye a través de ti

Todos somos energía
Y toda reside en tu corazón
Y entonces sabrás:
Tú eres el
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Mariana Villa (Hija de Alfonso Villa Kamel)

Fotografía conmemorativa de cenizas que parece una nebulosa o una escena cósmica.

Retrato de Alfonso Villa Kamel

Fotografía conmemorativa de cenizas que parece una escena cósmica.
Foto en blanco y negro de una mujer sentada con los brazos apoyados en las rodillas, con una camisa oscura de manga larga, mirando a la cámara.

Retrato de Clemencia Pallares

Me llamo Celiana Cárdenas Pallares, soy la hija mayor de Clemencia Pallares Ortiz, mejor conocida como Clemen. Cuando Gabriela me contó sobre su proyecto, me sentí inmediatamente atraída, profundamente intrigada, y se lo hice saber. ¿Cómo era posible que después de la muerte, después de dejar de existir en este plano, ella pudiera descubrir ese infinito? Mi madre falleció después de cinco años de vivir con Demencia Vascular que avanzó a Alzheimer.

Al final de su vida, ya no hablaba, ya no me reconocía con su mente, pero su corazón siempre lo hizo. Me sonreía, besaba mi cara, me acariciaba con tanto amor, su tacto como pinceladas dibujadas con el dorso de su mano, de arriba a abajo, de abajo a arriba, llena de atención y concentración. Sentía que con cada pincelada mi rostro reaparecía, a medida que su sonrisa se hacía más abierta, más radiante.

A medida que la personalidad de mi madre se desvanecía lentamente, también sentí que su esencia se desvanecía lentamente de alguna manera.

La mañana que murió, se fue con mi hermana Gabriela y conmigo a su lado. Falleció en mi casa.

Cuando vi su cuerpo, ahora sin esos veintiún gramos de alma, comprendí que el cuerpo sin vida que yacía ante mí ya no pertenecía a mi madre, pues lo que verdaderamente la definía ya se había marchado. Si pudiera explicar lo que sentí cuando vi la imagen que Gabriela creó a partir de sus cenizas, lo describiría como el regreso de la esencia de mi madre, eso que sentí que se había perdido en la mañana de su muerte. Sentí que su amor ilimitado era justo eso, ilimitado, aún presente, y siempre presente.

Llegué a comprender que la mortalidad es sólo una transformación y una desaparición. Soy parte del origen, y por lo tanto no tengo fin. Mi madre era pintora, yo soy cineasta, las imágenes eran y son nuestro lenguaje. Mi madre sólo podría haber revelado su trascendencia de una manera, a través de una imagen. Gracias Gabriela, por enseñarme a ver a mi madre entre las estrellas”.

Celiana Cárdenas (Hija de Clemencia Pallares)
México.

"Las imágenes eran y siguen siendo nuestro lenguaje.

Mi madre sólo podría haber revelado la continuidad de su ser de una manera... a través de una imagen."

Una señora mayor elegante, con un atuendo estiloso y un chal transparente, de pie con confianza en un restaurante o bar, sosteniendo un pequeño ramo de flores.
Fotografía conmemorativa de cenizas bajo un microscopio con colores azules, verdes y rosas que parecen una nebulosa.

Retrato de Bety Acra

Fotografía conmemorativa de cenizas bajo un microscopio que se asemeja al universo.
Hombre con sombrero y chaqueta de cuero sonriendo en una habitación con poca luz.

Retrato de “Netito” Ernesto Adrian García

La experiencia de estar presente y observar las cenizas de mi hijo, Ernesto Adrián García, conocido como ‘Netito’... fue algo extraordinario... sentí como si me hubieran transportado a otra dimensión.

Ser testigo de esos colores con forma de galaxias, como el universo mismo.

Como si estuviera dentro de una estrella, o un cometa.

Me sentí cerca de él, y casi escuché su suspiro de magia y melodía.

Dolores Rodriguez (Madre de “Netito”)
México.

"“Me sentí cerca de él, y casi escuché su suspiro de magia y melodía.."“